La terapia de juego es una modalidad de terapia que utiliza el juego para ayudar a los niños a comunicarse, expresar sus sentimientos y resolver problemas. Se basa en la idea de que el juego es la forma natural que tienen los niños de expresarse y que, a través del juego, pueden trabajar sus emociones, experiencias y retos en un entorno seguro y de apoyo.

En la terapia de juego, los terapeutas utilizan juguetes, juegos de mesa, materiales artísticos y otras actividades lúdicas para interactuar con el niño y ampliar su «vocabulario». Se puede animar al niño a utilizar estos materiales para crear historias, representar papeles o participar en juegos imaginativos. El terapeuta observa al niño e interactúa con él, ayudándole a expresar sus pensamientos y sentimientos, a desarrollar habilidades de afrontamiento y formas más sanas de afrontar las dificultades y resolver los conflictos.